ROMPIENDO LAS BARRERAS DEL TEMOR

Rompiendo las barreras del Temor.

Somos capaces de tener algo mejor. ¿Cuántas veces no hemos escuchado la frase “somos merecedores”? Tantas veces y sin embargo es de los peores hábitos de adquirir.

Tenemos temor de ganar, tenemos temor de triunfar, de plantarnos ante la vida, porque no nos gusta equivocarnos, pero ¿que crees? es un hecho que vamos a cometer errores, por que es parte del trayecto de la vida. Escuché recientemente alguien citando una frase de Amado Nervo y me llegó.. “El cielo es azul, el mar es salado, y la vida es incierta”. Qué verdad en ello..

Nos paraliza el miedo para hablar, expresarnos, para SENTIR, para disfrutar los pequeños momentos, atercederes, el sexo! aún en pleno siglo 21. Nos congela el temor cuando se trata de amar, de comprometernos. Lo que he descubierto que nos hace ese temor..es que nos perdemos la vida misma…nos hemos ahorrado los tragos amargos, pero también el vivir esos sabores.

He tenido mis momentos oscuros, y mis momentos de logros..Esos momentos llegan cuando me rebelo ante mis temores, cuando platico con ellos, en lugar de esconderlos o ignorarlos… cuando lo reconozco, y lo expreso..y a pesar de ello…Avanzo, con ellos desde otra perspectiva. Observo a líderes en mi trabajo, a líderes mundiales, a líderes en la comunidad… ¿Tu crees que no tienen miedos?… Supongo que se plantan a pesar de ellos..porque la confianza en sus capacidades son sus armas de pelea. Nelson Mandela alguna vez expresó “Aprendí que el coraje no era la ausencia del miedo, sino el triunfo sobre él. El valiente no es quien no siente miedo, sino aquél que conquista ese miedo” ¡La frase se explica sola!

¡Somos capaces de tener algo mejor! De SER algo mejor…mejores seres humanos, mejores profesionistas, mejores artistas. En mi experiencia, he notado que se trata de confiar, perservar, y trabajar desde la pureza de nuestro interior, para poder romper las barreras del temor. Las cosas basadas en valores íntegros confabulados, nunca podrían ser un error…quizá los resultados serán inesperados…pero la única certeza es que fue la acción correcta si alimentó mi paz interior.