RE-EVOLUCIONA TU ESPÍRITU
RE-EVOLUCIONA TU ESPIRITU
Sí, tal vez nos hace falta rompernos de vez en cuando, para levantarnos, recoger todos los trozos y rediseñarnos. Tal vez nos hace falta quebrarnos de vez en cuando para reemplantearnos y ¡plantarnos!. Nos hace faltan todas esas sacudidas, para conectar con lo que hay adentro, y reaccionar ante la vida. Nos hace falta ser conscientes, volvernos testigos y observadores de nuestro Ego, no ser cómplices ni exclavos de ello Nos hace falta pedir auxilio al espíritu, darle su lugar y su protagonismo…eso es lo que llamo Revolucionar el Espíritu.
Cuando tu corazón está demasiado roto…entiendes la importancia de un abrazo…de las palabras con tacto..de lo frágil que somos las personas aunque nuestra apariencia muestre una indiferencia. Cuando son demasiadas las cicatrices y las veces que has sanado..tu ser se vuelve más consciente y receptivo…Tú y tu espíritu se re-encuentran con la bondad…entiendes el poder que pueden tener las palabras y el impacto de los actos …para RE-CONOCER que no se trata de tí siempre sino de lo que aportes al otro a un nivel más interno…Eres cauteloso… Tus reservas son confusas para otros….-y también los actos generosos- pero ellos no saben….lo difícil que te fue sanar… Uno no huye… sólo te mantienes al márgen…Te dirán que es exigencia..la confundirán con arrogancia…..ellos no saben…que para ti es mantener tu tranquilidad mental. Cuando has levantado los pedazos de tus emociones para reconstruirte y refortalecerte..(-después de tanto tener que defenderte para la supervivencia ante una sociedad voraz, manipuladora y sin escrúpulos-) entiendes que es mejor una vida con paz interior, y que donde hay pureza e integridad en tu acción, no hay error. Que vivir en plenitud se trata de contribuir al otro con acciones fincadas en valores humanos y no necesitarás más para atraer la abundancia y alcanzar la felicidad.
Los detalles generosos, de atención, y de amabilidad que se pueda tener a otros, es un regalo de armonía con uno mismo además, de sensibilizar con lo que queda de uno mismo y potencializar. Donde el trabajo puede abrumar y saturar a otro, obsequiar una cortesía: es humanizar, es simpatizar, es reconocer que uno observa, admira y valora la aportación de otro -¡a otros!-. Por que cuando esos esfuerzos no beneficien directamente a uno ¿quíén observa al otro?. Para mí, eso es un ejercicio para romper con mi ciclo de egoísmo… Habrán las personas que resuelven ¡todo a todos!.. ¿no les pasa que a veces preguntas.. ¿y quién resuelve a él / ella? Y ahí puede surgir un acto de empatía, silencioso…que el acto por sí mismo mueva la energía…al menos por un día.
Sí…nos hace falta romper barreras, y al mismo tiempo la audacia para mantener distancia con los depredadores. Pero la primer tarea que nos hace falta es desnudarnos ante nuestra alma.
María Luisa Cruz Zerón